Como he dicho cada dia por la calle chicas tailandesas me ofrecen masajes, aqui es algo muy habitual, y mas si eres extranjero. Parece ser que dan por hecho que a nosotros los extranjeros nos gustan los masajes, y en mi caso no estan erradas en su pensamiento.
Del pais de donde yo vengo los masajes son algo mucho mas sutil, las chicas estan casi que escondidas en el local donde sea que ejerzan su profesion y por supuesto el mercado esta copado con chicas chinas, lo cual a mi no me parece mal, es mas, me gusta, ya que son chicas bastante agradables, serviciales, un amor que en mi pais le decimos a la gente que es asi. En cambio en Tailandia es algo mucho menos sutil, las chicas te llaman, te gritan e incluso te pueden parar por la calle si pasas por enfrente de uno de estos locales ademas que depende que masaje te lo haran a la vista de cualquiera, en la entrada del local o incluso en medio de la calle, insisto, aqui el masaje es algo muy habitual y normal no solo para los hombres, las mujeres tambien van a que les brinden un exquisito masaje.
A la busqueda de un local de masajes me fui caminando alrededor de donde yo vivo, no fue dificil encontrar el "local" donde yo recibiria mi masaje.
Los precios son los siguientes: masaje de pies, 150 bahts
masaje tailandes, 150 bahts
masaje con aceite, 300 bahts
body scrub(masaje con hierbas), 500 bahts
Al ver estos precios cualquiera se haria un masaje, en mi pais ningun masaje baja de los 900 bahts, asi que hacer cuentas.
Elegi el masaje en los pies ya que debido al exceso de grasas acumuladas en mi cuerpo mis piernas y pies por la noche suelen atormentarme notoriamente, esa era mi idea, masaje de pies, contrariamente a lo que pense en el local no habia nadie fuera ofreciendo servicios, las chicas estaban dentro, bueno, mas bien la chica de recepcion la cual me atendio en un ingles al nivel del mio, normal, mas bien tirando a "indio", yo querer masaje.
La chica despues de preguntarme que masaje queria me miro y se dio cuenta de que yo llevaba pantalones largos a lo cual me acompaño a una habitacion y me dio unos pantalones cortos, muy comodos y anchos, alli me cambie y volvi a la recepcion donde otra chica que previamente me habia cruzado en el pasillo de camino al vestidor me sento en un sillon muy comodo y me dijo que me relajara a lo cual yo accedi, sobretodo a la parte de sentarme, lo de relajarme he de admitir que no lo conseguí, que una chica me manosee enfrente de otra chica, en este caso la recepcionista, a mi me corta, aun asi el masaje fue de lo mas curioso.
Contrariamente a los masajes que habia recibido en España de manos chinas, esos masajes eran placenteros, con muchas pasadas suaves, insinuantes, donde el receptor no se mueve en practicamente toda la hora, el masaje tailandes sin duda es diferente, duele.
Hubieron momentos en los que yo me preguntaba, de verdad tiene que doler tanto? y tenia mis dudas de si la chica era muy mala en su oficio o por lo contrario era muy buena entonces recorde un documental que vi hace unos años donde hablaban que el masaje tailandes duele pero que despues te sientes como nuevo, ahi es cuando me di cuenta que estaba en manos de una experta masajista por que doler dolia y mucho, por momentos mi cuerpo parecia resistirse al dolor, parecia querer dar una patada para zafarse de esa persona que le estaba haciendo daño, aun con esas aguanté como un campeon, no sin poner caras, a las cuales el coro de masajistas que ya estaban a nuestro alrededor reaccionaba con risas y a su vez yo reaccionaba con risas tambien, fue doloroso y divertido, dicen que sin dolor las cosas buenas no se aprecian tanto.
El masaje duro una hora, ni mas ni menos, media hora con cada pie y pierna, la chica me retorcio como nunca nadie lo habia hecho o intentado hacerlo. Al acabar el masaje la chica me dio las gracias a mi con el saludo tipico tailandes y me indico que fuera a la habitacion a cambiarme, vuelta de la habitacion las chicas me habian preparado un te, el cual bebi con cierta incomodidad, ya que tengo la costumbre de sentirme incomodo cuando se que lo unico que queda en el horizonte es que yo pague, cosas mias, aun asi el te estaba bueno y ellas no parecian tener ninguna prisa en que me lo bebiera, es mas, juraria que disfrutaban de mi presencia y de que yo me bebiera el te.
Despues del te, pago propina a la chica que me ha hecho el masaje y adios, gracias, gracias, donde estan mis zapatos? aahh se me olvidaba, estan fuera del local, risas, pasar un buen dia.
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