Hoy ha sido uno de esos días que tanto odio. Odio por varios motivos. Uno de ellos es el que me saca de mi utopía de un mundo sin fronteras donde todos somos iguales. Otro de los motivos es el desembolso económico que eso me supone. Además por alguna razón esos lugares me deprimen, los seres humanos pasamos a ser mercancía, números, sospechosos, monederos, extranjeros. Ahora bien, si quieres vivir en Tailandia por un tiempo prolongado lo que toca es justamente eso, ser extranjero por un día, coger tu pasaporte, el cual te recuerda que no estas en tu lugar y enseñárselo a todo el agente de migración que te lo pida. Por suerte para mi, la frontera esta bastante cerca, en coche el viaje ha sido de unos 40 minutos, después, con la vista en el puente que separa Tailandia de Myanmar hemos tenido que buscar aparcamiento, aunque la verdad es que ha sido bastante fácil y solo a 5 minutos del agente de migración que te sella la salida del país. Una vez allí la pregunta típica, podré volver a entrar? Y la respuesta ha sido si, y eso es por que tengo una visa de turista con dos entradas, lo que quiere decir que puedo entrar dos veces en Tailandia y estar un máximo de dos meses en cada una de esas entradas, hoy he usado mi segunda entrada por lo que en mi visa han puesto una estampa que dice, used, que significa usada. Bueno, pasando al agente de migración tailandés y estando ya en el puente de zona libre, por así decirlo, me doy cuenta que podría darme la vuelta en ese instante y volver a Tailandia, físicamente se puede hacer lo que no OS puedo decir es que se pueda hacer realmente y legalmente. Lo que yo he hecho ha sido seguir hacia Myanmar, pero antes de eso un agente te señala la dirección de una oficina que esta ubicada en el puente mismo, allí me han puesto un sello y me han preguntado si quería coger un autobús para entrar en la ciudad, supongo que el precio de la visa varía, yo me he limitado a decir que iba al mercado de shopping a lo que el agente me ha pedido amablemente 500 bahts, esa visa te da derecho a estar en esa ciudad fronteriza por un día, y os quiero recordar que la frontera cierra a las 18.00, por si teníais alguna duda. Después de eso pues llegas a un mercadillo tipo cualquiera de los que podrías encontrar en Tailandia, de hecho hasta puedes pagar en bahts, la moneda tailandesa, me atrevería a decir que el 80% de la gente que he visto en ese mercadillo era tailandesa, aunque si he visto alguna cara diferente y con un toque menos asiático, pero han sido pocas de esas caras con las que me he cruzado. La gente es algo mas agresiva, por lo menos a la entrada del mercado, te atosigaran para que les compres lo que sea que vendan, a mi me han intentado vender hasta viagra, a mi estos vendedores no me han inspirado confianza así que yo si fuera vosotros me cuidaría la cartera. Aparte de eso pues la gente es amable como en Tailandia, los precios son mas baratos incluso que en Tailandia, así que si queréis comprar alguna cosa no sufrais, por lo general os saldrá algo mas barato que al otro lado. Después de varias vueltas al mercadillo, cansado de tanta oferta, yo me mareo en los mercadillos, hemos dado marcha atrás y vuelto al país de las sonrisas. Rellenar los típicos formularios en migración, pasar al agente migratorio y si llevas algún bulto pasarlo por el escáner por si llevas algo no admitido. Habiendo llegado a casa me he instaurado satisfactoriamente en mi utopía de nuevo, en un mundo sin fronteras.
