lunes, 11 de agosto de 2014

Una noche en el mercado

Al llegar la noche en la cabeza solo tengo una cosa, que voy a cenar? Entonces empiezan a surgir ideas aunque todas ellas tienen un lugar en comun, el mercado nocturno, asi que para alli vamos, motocicleta entre las piernas y alli vamos, esquivando coches, policias que en realidad no lo son por que aqui de noche no es posible verlos, parece ser que no trabajan, solo para urgencias, pero lo que se llama rondas no las hay asi que la gente que me cruzo no lleva casco por supuesto y yo para no desentonar pues tampoco.

Lo primero que llama la atencion en el mercado nocturno es la luz, es como un oasis en medio del desierto de asfalto. Lo segundo que llama la atencion es el olor, el olor de la comida de los pequeños puestos que hay, pollo, pescado, cerdo, verduras, arroz, sushi, insectos, pulpo, unas paletas de arroz muy populares aqui.

Cuando llego al mercado en mi moto lo primero que debo hacer es buscar aparcamiento, aunque eso no es problema normalmente, veo que hay muchas motos por que aqui la gente se mueve en moto pero aun asi no es un problema ya que uno puede aparcar la moto donde mejor le convenga por que por supuesto ningun policia me va a multar y segunda ningun coche se va a volver loco para sacar el coche, simplemente cogera la moto, que previamente yo no he bloqueado, y la movera para poder salir, muy comodo.

Cientos de pasillos cruzan de un lado a otro, hoy quiero comida pero perfectamente podria buscar un pantalon o unas bambas para mañana salir a correr, tal y como me habia propuesto ya que los kilos se han adherido a mi cintura.

Hoy me animo a caminar y ver alrededor todoa la oferta que este mercado me ofrece asi que me lo tomo con calma, ya que en cada uno de los puestecitos el tailandes encargado o tailandesa me dedica unas palabras que vienen a decir, mire sin compromiso a lo que yo siempre respondo, Sawat dee kap, sonrisa por aqui, sonrisa por alli, entre imitacion de Louis Vuitton y Gucci encuentro bisuteria que esta claro que esa chica tailandesa hace, y entre zapateria y tienda de accesorios para mi smartphone me da hambre asi que me dirijo a la zona de comida que esta no delimitada junto a la ropa, esa ropa debe de oler de forma especial sin duda, al lado del puesto de calamar a la plancha.

Aunque el idioma no es el mio no me cuesta mucho hacerme entender para pedir esa carne a la parrilla con un palito, para poder comer mientras caminas, esa costumbre es muy habitual aqui, carne, higado, etc en un palo tipo brocheta, esa seria la comida mas economica junto a la paleta de arroz, como si de una piruleta se tratara.

Luego me dirijo a la zona de la fruta y por apenas 20 bahts tengo fruta para el desayuno y por si tengo hambre a mitad de la noche. Una vez servido me dirijo de nuevo a la zona de la ropa y recuerdo que necesito unos pantalones a lo que dando una vuelta de 10 minutos encuentro unos por el modico precio de 300 bahts, me los podria llevar puestos pero los quiero para mañana que tengo una cita en el centro comercial. Buenas noches.