miércoles, 27 de mayo de 2015

Peleas culturales

Hay un tema que a mi me escama, bueno, en realidad hay varios aqui en Tailandia que cuanto mas lo pienso peor es pero hoy voy con uno muy concreto. Casarse. En Tailandia casarse conlleva varias cosas, muchas de ellas asumibles desde un punto de vista abierto y razonable, el mio, en cambio hay un matiz que a mi no me gusta un pelo, la ofrenda a la familia de la novia, algo así como la dote en España y en otros paises de America. Aqui no hay dote, bueno, por lo menos no lo llaman asi, lo que aqui se hace es que el novio a la hora de casarse da una cantidad de dinero a la familia de la novia en concepto de: Que bien habeis criado a vuestra hija, tan bien que aqui me teneis, la quiero para mi y por eso voy a soltar una morterada por ella.

La tradicion no dudo que en su dia, un dia muy lejano, tuviera algun sentido y cabe imaginar que en segun que circulos la gente fardaba de las morteradas que el marido de su hija le habia dado, a ver quien tenia la ofrenda mas grande, que risas...

Pero hoy, en esta sociedad la cosa es bien diferente, no hace falta que yo lo diga, apenas tenemos tiempo y medios para ahorrar para tener un hijo asi que tener que pagar a la familia de la novia por solo casarse, me parece una falta de respeto tanto para ella, como para mi juicio y ,tirando fino, para los niños del Africa.

El tema ha salido cuando estaba viendo en la television una de las telenovelas de aqui, del pais, una de las chicas; una mezcla entre EEUU y Tailandia, padre americano y madre tailandesa, por supuesto; a mi me ha empezado a caer mal, se ha casado con un empresario tailandes tan correcto o estupido para pagar 108 millones de bahts por ella, al cambio son 2.9 millones de euros, haceros una idea de la morterada. Bueno, antes de que se casara la chica me caía hasta bien, hoy al verla, no se, me ha parecido una interesada. Se habría casado de no haber pagado el esa cantidad? Por que aqui las apariencias son importantes para los tailandeses. Yo ,a diferencia de ellos, hace tiempo que deje de preocuparme por el que dirán; me di cuenta de que nadie podia vivir mi vida por mi, ademas de que todos aquellos que opinan en fin, ni me pagan el alquiler ni nada por el estilo, opinar es gratis para ellos.

Pero es eticamente aceptable aceptar ese dinero por tu hija? Yo creo que no, no se me ocurriria cobrarle a mi yerno por casarse con mi hija, sería una locura por mi parte, acaso el amor tiene precio? Aqui han llevado el dinero al matrimonio, como si fuera barato vivir y mantenerse, una locura si se me permite. Lo que me ha quedado claro es que aqui la mujer es feliz con ese detalle, cosa que a mi me parece horrible y ademas de gente poco realista, tailandia es eso? un pais irreal donde pagas a la familia de tu mujer por que te la den?

Me recuerda tanto a ir en busca de una mujer de la noche, incluso ahora, no es asi, ellas son mas modernas, les pagas a ellas, antes había un hombre que era con el que negociabas, el chulo, por asi decirlo.

Bueno, como bien dice el titulo, eso ha significado mas de una pelea/discusion acerca del tema, por que es dificil disuadir a alguien que dice que eso es respeto a los padres de ella, y yo me pregunto, que hay del respeto a los padres de el? y cuando ese argumento falla lo que sigue es que es algo relacionado con la cultura, cosa que entiendo pero, en estos tiempos pagar por casarse me parece de las cosas mas descabelladas que existen.

Hay gente que dice que la familia de ella lo devuelve despues de la ceremonia, en cambio hay otras familias que omiten ese paso a la hora de explicartelo, como buen extranjero que eres, tu pagas, y sin reembolso. Entonces ese marido que ha pagado los 2.9 millones de euros, queria fardar en la tele? mostrar su fortuna?cuanto la quiere? Siempre nos quedará la duda de si ese dinero se lo devolveran o no!!

lunes, 4 de mayo de 2015

Kuala Lumpur

KL
Para variar me toca sacarme la visa de turista de nuevo y como no, para eso he de viajar. Esta vez la decisión ha sido Kuala Lumpur, mas que nada por no repetir Laos, por que la ultima vez y la primera, pasé ese tramite con la que ahora es mi novia justamente en Laos, Vientianne y como ella decidió venir conmigo pues escogimos Malaysia que dentro de lo barato es de los mejores destinos posibles.
La idea de viajar me horroriza, no es acostumbrarme a nuevas costumbres, aprender un idioma nuevo o incluso la idea de dormir en una cama que no es la habitual tampoco me produce ninguna sensación. El horror es mas que nada debido al trayecto por que en esos momentos no estoy en mi casa ni estoy en ninguna casa, simplemente estoy de paso, el estar de paso es lo que me asusta. Y si además vuelo en avión pues la experiencia es aun peor aunque eso no quiere decir que mes de pánico volar, ni mucho menos, a veces hasta lo disfruto. Lo que me molesta es la posibilidad de que ese avión se estrelle y darme cuenta de que mi vida no es ni ha sido como yo hubiese querido. Además los interminables controles de inmigración me asquean.

Ir a el aeropuerto ya supone un engorro por que o pagas un taxi que normalmente no lo harías o bien llevas tu vehículo y lo dejas allí por el tiempo necesario o quizá algún alma caritativa te lleve. Una vez allí pasas un control de seguridad, saca el pasaporte, el billete, enseñalo, pon cara de inocente al agente policial, recoge tu chaqueta, tu cinturón, la cartera, el teléfono y cualquier moneda que lleves en el bolsillo, eso si, no lo guardes demasiado, antes de subir al avión tendrás que repetir algunas veces mas, y si llevas un portátil sacalo también, que asco de controles, sueño con ir al aeropuerto en un taxi que me lleve hasta el avión mismo.

Una vez en el aeropuerto mis deseos se ven enfatizados ante la larga caminata hasta la salida mas próxima del aeropuerto, ese taxi soñado sería perfecto.

En la ciudad, y ante mi inoportuna ignorancia acerca de los transportes, me veo obligado a coger un taxi y lo que me encuentro es la misma versión de taxista ratero, lo cual me cabrea y lo mando a paseo al igual que el lo hace ante mi insistencia por usar el taxímetro. Mal asunto. Al final me toca un supuesto honrado que finalmente no lo es tanto ya que acaba con garrapiñarme 2 RM con una treta. Ansío el día en encontrarme a un taxista honrado como creo que es mi padre y para mi sorpresa ese día llega, es el siguiente de mi llegada a la ciudad, pone el taximetro cuando, una vez dentro, le digo a donde quiero ir, no cruzamos una palabra ni intenta hacerse el simpatico, como los demás garrapiñadores, no, solo conduce y me lleva a mi destino por la ruta mas corta. Pago y adiós.

El viaje resulta beneficioso y me otorga la oportunidad de entrar en mi querida Tailandia de nuevo. Aprendida la lección, no mas taxis en Kuala Lumpur, en los sucesivos días el transporte elegido ha sido autobús, tren, monorail y cualquiera que no lleve taxímetro. No todo podía ser positivo acerca del cambio de transporte, eso sería mucho pedir. Calor fuera, frió dentro, después de unas 8 horas toda mi preocupación se resume en, no quiero pasar frió en el autobús y además no he traído chaqueta. Improviso un fular pero es demasiado tarde, ya no puedo respirar, mi viaje se ha convertido en un suplicio. Mi novia no está enferma y no quiero arruinarle esos días por lo que la sigo donde quiera que vaya rechistando lo mínimo.

Aquella noche sera de las memorables, sin medicinas, con mocos alrededor de mi nariz y en mi nariz lo que me obliga a respirar por la boca. Cada vez que se me cierran los ojos y empiezo a perder la conciencia notó que no puedo respirar, así todas y cada una de las veces hasta que ya decido que no voy a dormir.
Tras esa noche el día se torna gris para mi, si le sumamos al cansancio mi enfermedad el resultado es cero, no es un día bueno ni malo, simplemente no estoy. Después de dos días de disfrutar algunas comidas chinas vuelvo a Tailandia, cruzo la frontera, ya estoy en casa.